Mi visión como miembro del jurado de un premio literario
Palabras en la entrega de premios del IV Certamen Literario de Manzanares El Real
Vengo aquí para hacer dos confesiones.
Una. Sí, soy miembro del jurado.
Dos. Ser miembro del jurado es una FAENA…
No sé qué imagen habrá recreado vuestra mente cuando he pronunciado estas palabras…
Ser miembro del jurado es una FAENA…
Mi intervención, en vídeo, en la entrega de premios
Hoy, en la entrega de premios del IV Certamen Literario de @ayto_manzanares_real. Una reflexión sobre lo que supone ser «miembro» del jurado. Y un momento de una mañana maravillosamente #literaria
Felicidades a todos los finalistas: grandes relatos, grandes poesías.#premiosliterarios #CertamenLiterario #relatos #poesia Carlos Vera Carlos Vera Gustavo Escribano #manzanareselreal
Publicada por José Carlos Bermejo en Domingo, 12 de junio de 2022
Nuestro idioma maravilloso, herramienta fundamental para escritores, nos permite jugar con ideas y pensamientos con una sola palabra. FAENA.
Puede que cuando hayáis escuchado la palabra FAENA hayáis pensado en las dos posibilidades que el uso y la RAE otorgan.
Perdonad la expresión: una faena es una putada.
Pero, una faena también es un trabajo arduo, complejo, de esmero, de fatiga… pero también una PUTADA… No lo dice la RAE, de esa forma, pero todos lo sabemos.
Cuando eres miembro del jurado… Y creo que es la quinta vez que lo soy más allá de las lindes del bello y singular Manzanares El Real, todo comienza en un momento inesperado y optimista.
¿Cómo voy a negarme? Si la literatura es mi parte sustancial de mi vida.
De momento, la técnico de cultura. GRACIAS REBECA, trabajar junto a ti, es un lujo. De inicio, la técnico de cultura te dice: ¿Qué prefieres, leer los relatos en papel o en pantalla?
En papel, sin duda, respondes.
Entonces, ella, te trae un tocho de este pelo, donde solo lees, de primeras, un título, un pseudónimo y muchas páginas por leer.
Ojo con los pseudónimos
Por cierto, concursantes, vamos a ver si revisamos eso de los pseudónimos porque llamarse señorita rotermeyer o gandul de primavera, descoloca al más valiente. Y lo predispone hacia el absoluto.
Pero bien, allí te encuentras, en forma de dios creador para dilucidar al ganador o ganadora.
No hay portada, ni sinopsis… Es palabra tras palabra, página tras página. En historias condensadas esperando su oportunidad.
Y es ahí donde empieza la magia. Y donde la tarea, que sigue siendo faena, torna hacia el optimismo. O eso quieres pensar para sobrevivir.
El optimismo del miembro del jurado
Porque, ¿Qué sería de ese jurado anónimo sino toma la FAENA con optimismo, pensando que el relato que va a comenzar a leer es la GRAN HISTORIA. Con mayúsculas…
Y después de 10, 12, 33 relatos… es donde piensas, «este está empezando», «este relato lo leí el año pasado». «Esto no hay dios que lo entienda»…
Pero de repente, llega la magia y lees sin pensar que eres jurado, ni que la faena es un gran trabajo o una putada. Y te dejas llevar…
Ahí es cuando pienso que soy un tipo con suerte. En todos esos momentos en los que me he enfrentado a la valoración y en decidir quién es merecedor del premio, o de la mención, no he tenido dudas.
Y lo mejor, cuando nos reunimos, el jurado, el veredicto, suele ser unánime.
Valoramos la trama, la sorpresa, la buena literatura explicada de forma sorprendente, veraz y viva; que te deja parado y eleva una mueca, de tristeza, de felicidad, de arrebato.
Entonces piensas, «¡joder, cómo me hubiera gustado escribir esto»…
Os voy a contar un secreto. Este año, ser miembro del jurado del certamen literario de Manzanares El Real ha sido una faena.
Una faena muy agradable.
Muchas gracias.
Por otra parte, Jose Carlos Bermejo, miembro del jurado, realizo una exposicion, con cierta ironia complice, sobre el trabajo, tantas veces anonimo, del jurado de los premios literarios: una “faena que tambien es trabajo arduo, complejo, de esmero, de fatiga”.
¡Qué análisis más brillante de lo que supone ser jurado! Me he visto en esa circunstancia en el pasado, puede que el futuro también. Mientras lea lo que tengo que juzgar, recordaré sus palabras, amigo.
Gracias por el comentario, estaría bien crear la Asociación de Jurados de Premios Literarios… Lo mismo ya existe. Un abrazo cordial.
Simplemente, brillante