Casi seis meses después de su publicación, y tras presentarla en la Feria del Libro de Valladolid, de la forma que me gusta presentar mis novelas, lanzándome a la lona, en el equilibrio del funambulista que carece de red; sin boatos innecesarios, sin que tenga que forzar la invitación a un número disparatado de amigos y familiares para inducirles a llenar un pequeño auditorio; o a que te compren el libro por el famoso artículo 33…
Así, creo llegado el momento de ofrecer algunas explicaciones sobre LI ES UN INFINITO DE SECRETOS que algunos lectores me han pedido (uno me dijo que echaba en falta un capítulo a la novela, ganas tengo de hablar con él personalmente – ausencia debida por la ¿estúpida? restricción perimetral por la pandemia. Me dice que no le vale explicarlo por teléfono ni por correo, ni ná, como diría Aurora 😀
Las explicaciones debidas provienen, principalmente, no porque esos amables lectores, con los que hasta ahora he podido intercambiar impresiones, tengan dudas o preguntas sin respuesta (en este sentido, casi nada queda al azar y todo se explica, aunque algunas ‘cosas’ lo hacen entrelíneas. Lo reconozco, aunque lo haya hecho adrede); sin embargo, me parece razonable desvelar algunos ‘secretos’ que se esconden entre la realidad y la ficción de mi ‘Li es un Infinito de Secretos’. Comenzando porque lo de «secretos» no iba en balde.
Sea como fuere, me doy la oportunidad de ahondar en esta historia que he releído a saltos varias veces durante semanas atrás y que, con orgullo y escasos vacuos complejos considero una novela entretenida, con bastante humor (negro) y que cumple con la premisa de la intriga. Me ha gustado releerla y eso no siempre sucede…
Lo que más me gusta es hablar de literatura y hablar de la mía cuando interesa a los lectores es ese summum difícil de alcanzar.
También estoy contento porque un lector vio en mi escritura algún rasgo de Eduardo Mendoza. (Sí, Pablo, hablo de ti). Ciertamente, nunca lo hubiera imaginado porque efectivamente, he leído El Misterio de la Cripta Embrujada o la Verdad sobre el caso Savolta (que incluso regalé a una buena amiga tiempo atrás, por ser barcelonesa y amante de buenas lecturas. Sí, Toñi, Dietista-Nutricionista y Bióloga, ahora hablo de ti). Al final, los posos quedan, acierto a pensar.
En fin, intentaré no descentrarme. Vamos allá…
LI ES UN INFINITO DE SECRETOS: ¿REALIDAD O FICCIÓN?
Por supuesto, ‘Li es un infinito de secretos’ es una novela esencialmente de ficción. La idea la tenía en la cabeza, girando y girando, sobre la base de comenzar una narración, como comienza Li, con alguien atrapado, en una situación límite: darle forma y solución. Me seducía el reto.
La idea primigenia partía exactamente como arranca la historia de Mauro, pero con matices. De hecho, para los que la habéis leído, os puedo decir que el primer capítulo era el que ahora es el tercero. Mauro, el protagonista, profe de Filo, en realidad se ve atrapado en dos ocasiones en la narración (¡Pobre Mauro!), en la habitación de Li, que inicialmente era el primer capítulo y en la habitación donde comienza la historia… Atado y sin imaginar porqué… Ya sabes.
En el epílogo de la novela se cuenta ese porqué, el fondo de toda la historia. Algo que ocurre en la vida cotidiana: «Los desaparecidos». Hay un buen número de casos de desapariciones que tan solo ocupan un breve en los noticieros y de los que nunca más se sabe… Bien, en este caso, se ofrece una explicación plausible a eso que acontece y que se desconoce… Ahora bien, todo sucede en pleno inicio de la PANDEMIA, cuando las ‘cosas’, hasta las de las más terribles mafias, tienen que adaptarse al cambio. ‘Eso’ que se hacía de forma normalizada, aunque fuese ‘el mal’, se debe adaptar a una ‘nueva realidad’. Por eso, al final de la novela, el paisaje que se encuentran Mauro y Aurora -los auténticos protagonistas de la narración- no es el que sucedía normalmente. Perdón por hablar en clave, sigo intentando desvelar sin revelar nada… Es complicado 😛
Creo que quienes han leído la novela, lo comprenden bien.
EL URAS, UN PERSONAJE DEL QUE TODOS ME HAN HABLADO
El URAS es una persona que existe, en realidad, aunque poco tiene que ver con el personaje ficcionalizado. Fuimos amigos y compartimos muchos momentos como se narra en la novela. Quizá lo que ha atraído la atención sobre él es que sea camello. Sí, vende droga. Sin embargo, lo que prepondera son sus opiniones, su forma de ver la vida, sobre todo la puta vida que nos esperaba con el coronavirus de marras y dando a Mauro una perspectiva a la que se suma el lector identificándolo con un personaje propio del más sorprendente Tarantino.
El URAS me sirve para encuadrar muchas tramas paralelas: lo que sucede con el Manolín, lo que fue el barrio, lo que es ahora… Es el punto sobre que la orbita la gravedad, en sus infinitos sentidos.
EL BARRIO DEL PILAR Y SUS CURAS EN LI ES INFINITO DE SECRETOS
La vuelta a casa, la vuelta al barrio en la derrota
Hace pocos días escribía sobre don Julián y José María, dos de los curas de la parroquia del Luján, la de mi barrio. Y cómo el primero participó activamente en dar forma a las reivindicaciones contra el dictador en tiempos convulsos. Te remito a ese artículo para que comprendas mejor todo eso, si te apetece 😛
Don Julián aparece en diferentes ocasiones y es un pilar más sobre el que sostener esta historia de idas y regresos ya que esta novela me ha servido para reivindicar una época, una parte de tantas vidas… Sin duda. Tenía el pretexto adecuado. Mauro (¡Pobre Mauro!, otra vez). Se ve obligado a volver al hogar materno por diferentes causas. Eso significa volver al barrio donde se crió y creció y a retornar sin deseo de hacerlo.
UNA NOVELA ‘MALHABLADA’
Algunos lectores me han recriminado que es una novela en la que se dicen muchas ‘palabrotas’. En fin, imagínate atado/a a una camilla, sin conocer la razón, sin saber qué va a ser de ti. Después, todo lo que viene. ¿Qué debería decir el protagonista? ¿Cáspita? Pues no, más allá de su formación filosófica, el barrio se impone dando rienda libre a la rabia incontenible de Mauro, y que se materializa antes en un «hijos de…» que en un pensamiento más noble, amable o enternecedor. Y ese era otro de mis objetivos, la danza de todo lo aprendido por una persona con formación, pero que procede de un barrio humilde y que se ha visto enfrentada a un escenario poco halagüeño. En este caso, todo es ficción, menos ese ramalazo en el que el barrio (un barrio en la periferia de Madrid) te enseña muchas jugadas bajo la manga, donde aprendes cositas que no te cuentan en el formalismo academicista de la Universidad.
LOS AÑOS DE LA E.G.B. UN RETRATO DE LA ESPAÑA DE LOS AÑOS 80
Y, abundando sobre el tema, he de decir que uno ya va contando con una edad, dicho de forma suave, porque una edad tenemos siempre, pero se entiende que me refiero a que ya he soplado muchas velas. Y aquellos tiempos de los 80´s forman parte de la narración. Es una rememoranza de una década que no solo no tiene nada que envidiar a la actual, y sus predecesoras y subsiguientes. Al contrario. Aquí soy tajante, cualquier tiempo pasado, por inocente que me parezca, FUE MEJOR. MUCHO MEJOR.
He intentado hacer un retrato de ese tiempo y puedo contar algún chascarrillo que, espero, no moleste a sus protagonistas auténticos…
¿POR QUÉ MAURO, ‘EL MIGUELÍN O AURORA ACABAN EN EL ‘HOSPITAL’?
En fin, aquí sí que toca spoiler (malditos anglicismos). Y no quería hacerlos. Estos párrafos solo están destinados a quienes leyeron la novela…
Durante la trama sabemos que Aurora, Mauro y el Miguelín dan con sus cuerpos sobre sendas camillas en una suerte de incertidumbre sobre lo que les puede suceder.
Quien los lleva allí es la mafia china, de la que Li es un elemento más. Creo que todo esto queda claro y me fastidia contarlo. En la imagen superior se ofrece la pista, muy lejos del desenlace.
Aunque también sé que si ahora te dispones a leer «Li es un infinito de secretos» te espera una lectura sugerente, seductora, pues encontrarás una nueva perspectiva al tiempo que fue, a lo que sucede en nuestro recuerdo, a las posibilidades que ofrece la FILOSOFÍA, de la que se vale Mauro, con un buen número de amigos a su lado, desde los ESTOICOS, pasando por genios como Albert Einstein o Tomás Moro.
Lo que acontece en ese silencio, cuando se da forma CON SENTIDO al PALACIO DE LA MEMORIA de San Agustín o al singular genio palabrístico de ÓSCAR WILDE.
Todos ellos y muchos más se dan cita en la novela…
Dando paso al margen que queda cuando estás obligado a pensar y hacer, en una situación límite que nos conduce, junto a Aurora y Mauro, a la premisa indispensable por la supervivencia, por dignificarnos.
¡Es un THRILLER!: ¡LO QUE PARECE LA VIDA TANTAS VECES!
Solo me queda, si has llegado hasta aquí, desearte que te guste mi Li, la escribí para ti.
He de decir que lo de «intenso» se queda corto. Me gusta más la segunda parte de la novela y el final. Me hizo estremecer.