formas de entender la libertad de expresión
Imaginemos que al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, o alguno de los expresidentes: Rodríguez Zapatero, Aznar, Suárez o Calvo Sotelo, en un medio de comunicación español se les hubiera llamado: ‘racista’ o ‘cabrón’, ¿qué podría suceder?… Me cuesta imaginarlo, la verdad.
Pero esos calificativos son habituales en la prensa norteamericana.
Como muestra de ejemplo, así lo pudimos ver y escuchar en el último programa de «Saturday Night Live», considerado el ‘programa de humor más mítico de la televisión estadounidense’, que lleva en emisión desde 1975 y acumula la nada desdeñable suma de 56 premios Emmy, por eso lo de mítico, imagino.
Michael Che llamando ‘cabrón’ a Donald Trump en las ‘noticias’ de Saturday Night Live.
Bueno, esto que sucede habitualmente en este programa, en este caso tenía como motivo la reacción de Trump ante los daños provocados por el huracán ‘María’ en Puerto Rico, después de las críticas de la alcaldesa de San Juan ante la inoperancia de la ayuda ofrecida por el gobierno norteamericano; a las que Trump -como tiene acostumbrado a todo el mundo-, respondió a través de twitter, diciendo que la alcaldesa recibía órdenes de los demócratas para criticar dichas ayudas.
Fue en ese momento cuando el presentador Michael Che alerta: ‘Oh, really Donald, you bitch’. La traducción del canal que emite en España «Saturday Night Live» lo traduce como ‘cabrón’, aunque es posible que admita otros adjetivos calificativos como ‘perra’ o ‘puta’, sin las connotaciones a las que nos tienen acostumbrados algunos y algunas en estos últimos tiempos de buenísimo feminista (o hembrista, mejor dicho) en el mismo ámbito descalificativo e insultante.
Eso sí, el esputo verbal de Che arrancó las risas, no sé si enlatadas, del público.
«sigo sin calibrar la magnitud de las consecuencias. Pero auguro que en España este tipo de programas no se podrían emitir, por mucha democracia que tengamos. Y tampoco me parece mal»
En cualquier caso: ¿imaginan que en España sucediera algo parecido? Realmente, sigo sin imaginarme las consecuencias. ¿Qué diría el resto de medios de comunicación? Auguro que sería un escándalazo: que debería perseguir la fiscalía pertinente; el resto de medios lo criticarían duramente, las redes arderían (bueno eso lo hacen siempre…) para, al final, decir que somos una democracia ejemplo, que nuestra transición después de la dictadura es un modelo que se sigue estudiando en las universidades de medio mundo; incluso en algún ‘master’, ejem ejem… Y que llamar ‘cabrón’ al presidente no es apropiado.
El presidente de la NBA un juguete sexual con traje
Ahora, vamos con otro ejercicio imaginativo. Supongamos que del actual Presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, se dijera que parece un ‘juguete sexual con traje’ o que: ¿cómo ha llegado este tío a la presidencia? Pues eso mismo es lo que dijo el mismo presentador de «Saturday Night Live» sobre el Presidente de la NBA, en el mismo programa. En este caso, la razón se escondía en la polémica sobre algunos jugadores de baloncesto norteamericanos con respecto al -sagrado- himno nacional…
Sea como fuere, hay que tener en cuenta que este canal y este programa no es un caso aislado en la parrilla norteamericana. Ahí tenemos el caso del también ‘late night show’ estadounidense conducido por John Oliver, «Last Week Tonight with John Oliver», donde el humorista, actor y escritor británico, a la par ganador de un premio Emmy y un premio del gremio de guionistas, dirige su propio espacio tras haberse ganado con su mordacidad a crítica y público como sustituto de Jon Stewart.
De igual modo, Oliver utiliza lo que se viene en llamar ‘sátira política’ para fustigar a quien se ponga por delante, normalmente no escapa el ‘ínclito’ Donald Trump, al que en el último programa llamó ‘racista’…
John Oliver en su programa «Last Week Tonight with John Oliver»
En cualquier caso, no me digan que no es curiosa la forma tan distinta de entender la libertad de expresión según latitudes, culturas, formaciones y un buen número más de variables que nos hacen tan diferentes, creyéndonos tan semejantes.
Me queda en el aire esa pregunta: ¿llamar cabrón al presidente del gobierno es libertad de expresión? ¿entra dentro de la libertad del periodismo? ¿Es democracia? ¿O no?
Hace tiempo que no creo en los medios de comunicación, ni me creo lo que cuentan, de la misma manera que no creo en los partidos políticos o en la existencia de la división de poderes, simplemente no existe. Todo, absolutamente todo, obedece a un interés, y con casi total seguridad, un interés económico-político que poco tiene que ver conmigo como SIMPLE CIUDADANO.
No hace falta más que asomarse a los telediarios, los noticiarios de radio, lo que queda de la prensa del papel o Internet para ver cómo el tratamiento de cada noticia tiene el sesgo adecuado de la ideología que representa cada medio. Y a mi eso ya me cansa mucho. Me aburre. Todos son predecibles y a todos les hiede -públicos o privados- un tufazo que ahuyenta.
Si hay una diferencia en España con respecto a lo que hemos visto en Estados Unidos es que aquí se disimula un poco. No se llega, casi nunca, al insulto disparatado. Todo es más sibilino. Aquí, los medios tratan los temas, y le dedican el tiempo que estiman, en función del daño político que puedan llevar a efecto. Y también generan opinión, pero no llamando ‘cabrón’ a alguien.
No me imagino al Gran Wyoming o a Ferreras diciéndole eso a Rajoy, por ejemplo. No les hace falta. Debe ser que por aquí somos más listos y con que nos lo den a entender entre líneas ya es suficiente. Nos damos por enterados 😀