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Adoro a mis haters

En apenas tres días, me han llamado: «tonto», «payaso» y «ese del flequillo» jajajaja.

Lo de payaso, no lo entiendo como un insulto, solo como una extensión de la imbecilidad de quien lo dijo, un tal pablo nosequé, que lo conocerán en su casa a la hora de comer, porque yo no, pero estaba entre mis «amigos» de Facebook.

¡Ay, dios!

Que tengo/tenía más de 800 amigos en la decadente Facebook. De los cuales, ni treinta saben quién soy.

Y de los que insultan… si no saben ellos ni quiénes son,
¿Cómo va a saber quién soy yo? 😀

La cosa es que mis opiniones liberales, antisanchistas, anticomunistas y antisocialistas, pues no gustan. ¿A quién no gustan? A lo que se creen de izquierdas y llevan una vida patrocinada por los «Mariscos Recio» de turno. -entiéndase sindicalistas-. Apesebrados o, simplemente, adoctrinados por una ideología que suena bien en sus cabezas y no tanto en sus bolsillos. Algunos de ellos, cobrando del PP, pero más rojos que la sangre de una urticaria. Y los conozco bien. Para mi desgracia he trabajado para el PP, el PSOE, SUMAR y PUDIMOS… TODOS ACABARON ECHÁNDOME. Será culpa mía. O no. Tener principios y lógica no caben en el mundo que han construido y que destruyen con su ignorancia. Porque otra cosa, no, pero ignorantes abundan.

Crea pobres a ver si te votan.
El primer mandamiento del socialismo

A mí, me la pela. Me la pela ahora, que ya, menos en el flequillo, luzco alguna cana ganada en la tormenta de los días cotizados, nunca amortizados (más de 25 años como trabajador autónomo y empleado público y privado), en un sistema al que enfrento, con espíritu objetivo, critico con argumentativa, esperando el debate que nunca llega, solo el insulto. ¡Pero es que no saben ni insultar! Me llaman payaso!!!! Idiotas.

Los haters, de esta extrema izquierda que se cree conciliadora, pacifista y siempre agredida por un huracán al que llaman extrema derecha porque no compartes su ideología -que no aguanta la crítica más dulce o pertinaz-, te señala.

La solución

Pues la encontré ayer, cuando después de esos insultos infantiles que no aguantarían mi mirada en la calle -a no ser que vuelvan a organizar las checas- hdp.  Es sencilla: bloqueados todos. A mamarla a Parla, O, siendo más poéticos: A tomar por culo.

Como decía Calígula: Que me odien con tal que me teman, un verso de Lucio Acio que era una de sus frases más repetidas.

O, como diría Óscar Wilde:  «La única cosa peor que hablar de ti es no hablar de ti». 

Gracias haters, me habéis dado quince minutos de gloria,
esos de los que hablaba Andy Warhol.
¿A ver si sabéis quién fue?

Dixit.